Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que esta embarazada, se interna en la selva con otras mujeres, oran juntas y meditan hasta que se revela la canción del niño.
Esas mujeres saben que cada alma tiene una vibración diferente, porque cada una es única, singular y crea su propio destino.
Entonan la melodía, la cantan en voz alta, regresan a la tribu y luego se la enseñan a todos los demás.
Cuando nace el niño, la comunidad se reúne y le canta su canción. Cuando el niño comienza su educación y años mas tarde, se hace adulto, también todos se reúnen para cantarle su canción.
Finalmente, en el momento en que el alma se va de este mundo, la familia y los amigos se acercan a su lecho, tal como lo hicieron en su nacimiento, para estar presentes en su transición hacia la otra vida. Y también le cantan su canción.
Pero hay otro momento en el que los pobladores realizan este ritual. Si alguno de los habitantes ha cometido un crimen o un acto social aberrante, es llevado al centro del poblado y se forma un circulo a su alrededor, para cantarle su canción. Esta tribu considera que el castigo no sirve para reparar o corregir errores, sino que esto se logra solo con el amor y la evocación de la verdadera identidad.
Tu familia, tus amigos y quienes te quieren conocen tu canción. Te la cantan cuando la has olvidado y te animan. Porque te recuerdan tu belleza cuando te sientes feo, tu fortaleza cuando te sientes débil, tu inocencia cuando te crees culpable y tus metas cuando estas confundido y piensas en abandonarlas o en toma otros caminos.
Del libro “historias que hacen bien” de Daniel Colombo. Me pareció oportuno, bello y asertivo.
gracias por compartir tan linda historia!!!!...beso grande!!...Jacqui!
ResponderEliminar¡Gracias por la historia es muy bella!
ResponderEliminar¡Me gustaría que me canten mi canción!
Besos...
Me encantó Fer! Gracias por compartirla!
ResponderEliminarPato