Hay tanto por ordenar que no se por donde empezar
Internamente se que quiero el cuarto en orden
También reconozco que el desorden ya me era cómodo
Sabia donde estaba cada cosa, o lo suponía
Muchas veces me encontré usando una remera pensando que era otra
Doy una vuelta, revisando cada espacio, mirando a los costados
Mis ojos ven ropa en el piso, cajones entreabiertos
Abro la ventana para que el aire fresco renueve el ambiente
Releo en el monitor una carta que supongo es para mi
Enviada sin destinatario ni remitente
Me estimula a seguir ordenando, sonrió agradeciendo
Me apuro en ordenar el cuarto, luego elijo no apurarme
Prefiero disfrutar el momento, este momento que es el único que tengo
También, ahora se que aunque sea este el único
Después llega otro del cual también soy responsable
Hoy elijo seguir ordenando el cuarto,
Aunque… soy tan adolescente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario